jueves, 28 de octubre de 2010

Empecemos… por el principio

Vale, he acabado la carrera; y ahora, ¿qué?

Diría que esa es la pregunta a la que más nos cuesta enfrentarnos cuando acabamos los estudios. Somos jóvenes, inexpertos (en la mayoría de los casos) y nos hemos pasado los últimos tres-cuatro años (en algunos casos, más) dedicándonos a algo con la esperanza de que nos moldease para llegar a ser eso que siempre hemos soñado. En algunos casos, hemos pasado esos años lejos de la familia y de los amigos, fuera de nuestro entorno habitual. Seguramente en todos los casos ha habido temporadas sin dormir (bien por tener que acabar trabajos o bien por las fiestas universitarias). Es un cambio importante, ya que supone otro paso más del proceso de «ser mayores». Nos da miedo ese mar inmenso y desconocido al que nos tenemos que tirar sin manguitos ni aletas ni gafas de bucear. Un mar que suele estar en marejada y donde pocos te lanzarán un flotador para que no te ahogues. Bueno, no siempre es así de negro (¿o debería decir, azul marino?), pero eso es lo que nos parece. Los más positivos tal vez hayan tenido profesores que les animaron y les dijeron lo bonito que es traducir, y lo fácil que es encontrar trabajo… Estos también se darán cuenta de lo azul que es el mar, aunque seguramente se hayan acordado de coger los manguitos.

No es oro todo lo que reluce, ni tampoco el vaso está medio vacío. Lo que sí sabemos y debemos tener claro es que, si hemos llegado hasta aquí, superando todas esas dificultades del estudiante, seguro que podemos superar ese miedo y enfrentarnos al océano. Bueno, no siempre. Seguro que a muchos se os pone la piel de gallina con solo pensar que tendréis que pasar horas sentados, buscando trabajo, enviando solicitudes, paseándoos por la ciudad, de agencia en agencia, pidiendo prácticas o un trabajo, aunque sea haciendo cafés y fotocopias. Nadie dijo que esta vida fuera fácil. Lo que sí es seguro es que tampoco podemos quedarnos sentados, de brazos cruzados, esperando que el trabajo nos llueva del cielo.

No puedo decir que fuese una de esas que tuvo «suerte». Mientras gente que yo conocía conseguían trabajo o prácticas en agencias y empresas incluso antes de acabar la carrera, yo seguía llenando mi «bandeja de salida» de correos que nunca encontraban respuesta. Pero creo que es precisamente por eso que estoy aquí, a punto de hablaros de todas las cosas que se me han ocurrido a lo largo de mis 6 años como traductora para conseguir trabajo. En mi caso, solo algunas han sido fructuosas, pero seguro que todas son potencialmente buenas. Eso sí, si te adentras en ello, es porque ya estás 100% seguro/a de que quieres ser traductor. Si aún lo dudas, lee primero este interesante escrito sobre La senda del traductor novel.

¿Estáis todos y todas a punto? *¡¡¡¡¡Síiiiiiiiiiii!!!!!* Pues bien, empecemos.

  1. Prepárate un buen currículum vitae

Es lo principal. Es tu carta de presentación y la forma más usual de demostrar todo lo que has hecho. Un currículum lo dice todo de ti, no solo lo bueno/a que eres en tu trabajo, sino también tu personalidad. Así que, es tu momento para brillar, para ser el/la protagonista y, sobre todo, para dar rienda suelta a tu creatividad. Eso sí, acordaos que es mejor tener la información en una hoja que en dos, y en dos que en tres. Tenéis que poneros también del lado del que leerá tu currículum, que puede haber leído doscientos antes que el tuyo, y puede que aún le falten otros cien por leer. Así que, hay que ser escueto/a, pero sin olvidarse de datos. Si tienes mucha experiencia, o has trabajado en muchos proyectos (como me pasa a mí), dos hojas tampoco está mal. Por supuesto, si no te queda más remedio, puedes hacerlo de 3 hojas. Todo depende de la cantidad de cosas que hayas hecho (por ejemplo, tuve que corregirle a mi cuñado su currículo, y tenía 5 páginas; es ingeniero industrial y lleva como 15 años trabajando).

Por otro lado, sé que ahora hay muchas empresas que recomiendan usar el modelo que ha sugerido la Unión Europea, pero, para mí, se pierde toda la gracia de hacer un currículo, no solo porque es muy desordenado (apenas se pueden diferenciar las secciones, se ve todo muy apelotonado), sino porque, si todo el mundo presenta el mismo currículo, ¿cómo puedes demostrar que tienes creatividad? ¿Cómo puedes resaltar por encima del resto si todos los currículos se ven iguales? Por ello, recomiendo que creéis vuestro modelo, a no ser que os obliguen a presentar el modelo europeo en una empresa o agencia.

Y aquí es donde viene mi tercer consejo sobre currículos. Hay que tener varios preparados, no solo en castellano, sino también en inglés. Y aún mejor si podéis hacerlo en los otros idiomas con los que trabajáis. Yo los tengo en inglés, castellano y catalán. Además, también conviene tener uno para cada especialidad que tengáis. Vale, al principio no hace falta porque, tal vez, no tenéis ninguna especialidad, pero a medida que vas consiguiendo trabajo, no solo en traducción sino en cualquier otro sector, a lo mejor convendría tener un currículo diferente, dependiendo de dónde envíes la solicitud. Por ejemplo, ahora mismo, tengo experiencia como gestora de proyectos, como traductora/localizadora y como profesional en control de calidad (testeo). Los tres pueden estar muy relacionados, ya que la gestión de proyectos puede ser en traducción, pero también en control de calidad. El control de calidad puede ser en traducción, pero también en software. Así que, en mi caso, tengo dos currículos, uno donde explico más sobre mi experiencia en gestión de proyectos, y otro donde explico más sobre la traducción y el control de calidad. Y luego tengo uno largo, donde lo tengo todo. Y éstos, a su vez, los tengo traducidos al inglés, castellano y catalán.

Por último, antes de «cerrar» el/los currículo/s, pásaselo a amigos y familiares para que te den tu opinión, incluso también a otros compañeros de profesión. Y, mejor aún, a alguien que trabaje en Recursos Humanos o, incluso, alguien que tenga una empresa de traducción. Cuanta más gente diferente lo lea, mejor. Pedid que sean críticos y que, si pueden, den consejos o ideas de cómo mejorarlo. Todo este barullo se debe, simplemente, al hecho de que, cuanto más miramos nuestro currículo, más nos parece que todo está bien y menos vemos los fallos (lo mismo pasa con las traducciones, je, je, je). Si lo dejas de lado unas semanas y vuelves a leerlo, te das cuenta de la cantidad de cosas que necesitan cambiar (y, sobre todo, la de faltas de ortografía que has pasado por alto).

  1. Prepárate cartas de presentación

Sí, lo dije bien, en plural. Al igual que con los currículos, necesitarás destacar cosas diferentes según el trabajo que solicites. Por no decir que también tendrás que adaptarlo al cliente, así que, lo mejor es intentar que sea lo más general posible.

¿Qué estructura debería tener una carta de presentación? Bueno, esto creo que ya depende de cada uno. Yo opto por presentarme primero, explicando la razón por la que envío el correo-e, para después pasar a decir quién soy, a qué me dedico y qué educación tengo, y luego explico mis especialidades. Aquí es donde divido las cartas de presentación enviadas de forma separada o incluidas en el propio correo-e.

- Si la envío de forma separada, suelo enrollarme más. Explico todo lo que hago, el proceso de mi carrera como traductora/tester/coordinadora de proyectos, los programas que uso (y la facilidad que tengo para aprender programas nuevos), lo bien que trabajo como miembro de un equipo y, en el último párrafo, antes de la «despedida», explico lo buenísima que soy para cualquier trabajo, es decir, hablo de mis destrezas, mis puntos fuertes (los débiles ya los explicaré en la entrevista, porque siempre te los piden), etc.

- Si envío la carta de presentación como cuerpo del correo-e, paso directamente a explicar el volumen de palabras que hago al día, cuánto les costará (también depende si me lo piden o no. A veces omito este punto), si uso algún programa y cualquier cosa adicional que hayan pedido en el anuncio. Por último, me despido anunciándoles que el currículo está adjunto, pero que también pueden acceder a mi página web para obtener más información.

*Muy importante: acuérdate SIEMPRE de cambiar el nombre de la persona a quién va dirigido el correo. Fastidiarla aquí es la mejor forma de que se den cuenta de que estás haciendo «buzoneo» (¿o debería decir, «correo-electroniqueo»?), y no solo eso: puede parecer desesperado o que estás haciendo spam. ¿No oas ha pasado nunca que, estando en la discoteca, se os acerca alguien que conocisteis la semana pasada (o unas horas antes), se pone a hablar intentando ligar con vosotros, y la ha cagado en el nombre? ¿Qué sensación os da? Pues ya sabéis. Poneos un post-it en la pantalla para que esto no os pase (yo, estoy en ello). Pero si os pasa, tampoco se acaba el mundo. Siempre podéis volver a enviar el correo, diciendo que os disculpen, pero que (insertar excusa barata) J Al menos verán que hay interés, aunque no signifique que no les haya molestado y hayan borrado el correo directamente. Otro truco sería usar siempre el famoso “Estimados señores”, pero a veces se hace repetitivo y puede ser demasiado formal. A todos nos gusta que nos llamen por el nombre. Como dice una amiga mía: “si me llama por mi nombre, ya tiene el 50% de posibilidades de que le escuche”.

  1. Crea un perfil en redes profesionales en internet

Hay muchas y de muchas clases. Las hay solo de traductores, las hay de varias profesiones. La mayoría se anuncian como «gratuitas» aunque, cuando te has tirado 10 minutos dándoles hasta el número de D.N.I. (a mí me lo pidieron en una, al igual que el número de cuenta bancaria, el cual no di), resulta que, para poder ver las ofertas o para poder solicitar los proyectos, necesitas pagar. Y no son baratos, sobre todo si estás empezando. ¿Qué hacer?

Bueno, apuntarse no está de más, porque tus datos están ahí y, quién sabe, algún día los verá alguien, pero también habría que ser un poco selectivos y crear el perfil en aquellas donde tengas más posibilidades de que te contacten.

Daré los nombres de aquellas que, a mí, me parecen más importantes (o las únicas a las que hago caso ahora):

- LinkedIn: se trata de una red profesional bastante seria, donde caben todos los sectores y, tal vez, la red pluriprofesional con más éxito que hay ahora mismo. Es como el Facebook, pero sin gente que quiera unirse a ti porque les gusta tu foto (esto también es verdad, me ha pasado). Se basa principalmente en que solo puedes añadir a tus contactos a gente que conoces, o gente con las que has trabajado, o gente con la que compartes algo (un grupo de LinkedIn o una profesión). Aún así, la persona con la que has estado tres años y medio trabajando, puede rechazar tu solicitud. Así que, sigue siendo segura si alguien os molesta.

- Proz.com: seguramente la red de traductores más famosa, pero también la más abusada. Está bien porque, a pesar de que haya muchos trabajos restringidos solo para los que pagan la cuota, hay muchas cosas que puedes usar de forma gratuita. Entre ellas, los foros y las secciones de búsqueda de términos (aunque también, tela, mucha gente responde sin tener ni idea, así que tampoco hay que tomarlo como la Biblia). Yo me hice un perfil cuando aún estaba estudiando 3º de carrera, y solo he empezado a pagar en enero del año pasado (porque es cuando empecé a poder permitírmelo). Lo que consigues extra está bien, porque puedes solicitar muchos más trabajos, puedes ver los perfiles de las empresas, ver el correo electrónico de contacto (a veces), y bueno, es una buena forma de «aprovechar» el dinero invertido.

- Translatorsdirectoy: aunque no parezca muy profesional, a mí me ha servido para contactar con muchas agencias. Es gratuito y tiene un sistema de alertas que te envían los trabajos a tu correo. Además, ahora obligan a los que ponen anuncios a que digan que pagarán, como mínimo, 0.04 € por palabra, que creo que es una buena forma de eliminar la gente que ofrece trabajos a un precio muy, muy bajo. También me gusta el hecho de que te permiten informarles sobre compañías que no pagan para que lo pongan en una lista negra. Puedes ver una lista de traductores pero si quieres conseguir una lista de compañías, tienes que pagar.

  1. Acude a las agencias que haya en tu ciudad o en ciudades cercanas

Vamos, hacer networking como se hacía en los viejos tiempos. No hace falta que pidas trabajo. Siempre puedes empezar ofreciéndote para hacer prácticas, aunque sea a tiempo parcial. Seguramente estarán más abiertos a darte algunas cosillas de esta forma, ya que, a la mayoría de las empresas, les sigue costando menos contratar traductores autónomos que en plantilla. Además, la presencia, el hecho de que te vean en persona, de que te conozcan, ayuda mucho.

Yo no tuve demasiada suerte en este punto. Dejé mi currículo en varias agencias de Barcelona y me pasé por las dos únicas agencias de traducción que había en Palma (o que pude encontrar) cuando acabé la carrera, y no me cogieron ni el currículo, simplemente porque no buscaban a nadie ni querían a nadie ni en prácticas. Pero eso no quiere decir que vosotros no tengáis suerte. Así que, ya sabéis. ¡A la calle!

  1. Busca «enchufes»

No, no me refiero a que vayáis por la casa buscando esos agujeritos donde metemos las clavijas de conexión de los aparatos eléctricos que queremos usar. Me refiero a que, habléis con vuestros padres y amigos, les preguntéis si tienen algún amigo que trabaje en algo donde necesiten traductores. Hoy en día, cualquier empresa vale: hoteles, agencias de viaje, inmobiliarias (sobre todo las que alquilan casas a ingleses y alemanes), campos de golf, empresas de publicidad, hospitales, abogados…

Yo intenté lo del hospital, porque mi padre es médico y trabaja en el hospital general de Palma, pero tuve tan mala suerte que la traductora e intérprete que tenían era finlandesa y hablaba como 8 idiomas (entre ellos, inglés, francés, alemán, castellano y catalán), y me dijo que, claro, ella lo hacía todo, y que si algún día no podía, se lo dejaba a su hija, que hablaba también no sé cuántos idiomas. Mi gozo en un pozo. También intenté lo de los abogados. Al principio iba a hacer prácticas en un bufette de abogados bastante importante de Palma, porque la esposa del dueño es muy buena conocida de mi madre (además de clienta), pero no cuajó la cosa.

Pero aún sigo preguntando por aquí y por allá. Hablando con unos y con otros y, si me preguntan de qué trabajo, les digo: “soy traductora, así que, ya sabes, si me necesitas…”. Nunca se sabe dónde puede estar tu futuro cliente.

  1. Networking, o hacer contactos

Seguramente una de las tareas más frustrantes del traductor autónomo, pero también puede ser divertida, si te gusta conocer gente, claro. Es muy parecido al punto 5, solo que, en este caso, nadie de nuestro entorno conoce a la gente con la que hacemos queremos hacer el contacto. Esto puede ser tan simple como hacer un día 100 fotocopias del currículum e irte a algunos de esos lugares donde hay montones de empresas diferentes (por ejemplo, en Madrid, irse a Campo de las Naciones), y presentarte en todas las empresas, explicar quién eres y a qué te dedicas y, bueno, dejarles tu currículo. La mitad de la gente lo tirará directamente a la papelera. El resto, lo guardará en el cajón y lo encontrará el día en que le echen de la empresa o le asciendan de puesto y tenga que cambiarse de oficina. Pero una ínfima parte se acordará de esa persona tan maja que entró un día ofreciéndose como traductor/a, y abrirán el cajón y buscarán tu currículo. Ese es el grupo de personas al que tienes que dirigirte.

Hay otras muchas formas de hacer contactos. Las conferencias, sin ir más lejos, son un buen momento para hacerlos. Pero en estos casos, tal vez sea mejor hacerse con unas tarjetas de visita. Son más pequeñas y profesionales.

  1. Apúntate a empresas/sitios web de búsqueda de trabajo

En este caso casi aconsejaría hacerlo en empresas/sitios web online, porque en España lo de las ETT está demasiado mal montado. Hay montones, y no hace falta que sean de España. Voy a daros unas cuantas que a mí me ayudaron a repartir mi currículo por internet:

- Infojobs: ¿quién no ha oído hablar de infojobs? Diría que es la página web española de búsqueda de trabajo por antonomasia. Es verdad que, a veces, ofrecen puestos de traductor y solo piden el graduado social, pero a falta de pan, buenas son tortas

- Monster: me parece un poco más profesional que infojobs, solo por el hecho de que no suele ofrecer trabajos de «traductor» pidiendo solo ser bilingüe. Además, hace unos años montaron la versión española, así que, aún mejor. Lo bueno es que puedes configurar tu perfil para que te lleguen trabajos de todo el mundo.

- Trabajos.com: Para mí, un poco peor que Infojobs, pero nunca está de más ampliar las posibilidades, por si acaso hay algo que esté aquí y no en infojobs.

- Top Languages Jobs: fue aquí donde encontré mi primer trabajo, así que, les tengo mucho cariño. Creo que, en principio, solo ofrecen trabajos para Reino Unido, pero nunca está mal probar cosas nuevas.

- Multilingual Vacancies: también es británica, pero puedes ofertas de trabajo de todo el mundo.

  1. Blogs, twitter, facebook y similares

Para mí, estos están en fase de prueba, ya que hace poco que tengo twitter y el blog, bueno, lo he empezado hoy. Pero por lo que he visto, ayudan mucho, porque es una forma de que el boca-a-boca funcione sin apenas esfuerzo. Un buen caso es el de Pablo, del blog Algo más que traducir. Por lo que he ido leyendo en su blog, parece que le han contactado más de una vez gracias a su blog. Así que, probemos, a ver qué tal va.

Si mañana me llaman ofreciéndome un trabajo porque han leído este blog o porque han visto mis tuits en twitter, os aviso ;)

Seguro que me dejo muchas cosas en el tintero, así que, por favor, escribe un comentario y cuéntanoslas. Otro día hablaré más concretamente sobre lo divertidísimo que es hacer todo esto, mientras tienes que ganarte el jornal de cada día.

Posdata: Ya os dije que creía haberme dejado cosas. Y ahí está la prueba: he añadido el punto 8 ^_^

miércoles, 27 de octubre de 2010

Preparando el blog…

Me estoy preparando para el salto a la fama, para compartir mis ideas, frustraciones y trucos sobre la localización de videojuegos y software y también cómo conseguir que el control de calidad (también conocido como pruebas o testeo) no te vuelva majareta.