martes, 27 de diciembre de 2011
Webinar Traductores 2.0
domingo, 25 de diciembre de 2011
Felices Fiestas | Bones Festes
miércoles, 21 de diciembre de 2011
De charla a charla y tiro porque me toca
jueves, 17 de noviembre de 2011
If you are Lost in Translation... Find a way out!
Imaginaos que os acaban de asignar un proyecto que tiene muy buena pinta, con un volumen bastante majo. Echáis un vistazo al texto y parece que no será muy difícil, así que, aceptáis y, cuando os confirman el proyecto, os ponéis manos a la obra. Cuando estáis bien metidos en el ajo, empezáis a ver cosas raras en el texto de partida, cosas raras que, en algunos puntos, rozan lo incomprensible. ¿Qué haces?:

1. Informar a la agencia/cliente de que el texto original necesita un buen repaso.
Seguramente no funcione, pero por lo menos te cubres las espaldas: si el texto desde el que traduces no es lo suficientemente bueno, será difícil que nuestras traducciones lo sean (que puede ser que sí se consiga, claro). Si el original es una traducción de otro idioma y el cliente no se ha molestado siquiera a pagar a un corrector para que lo corrija, poco podemos hacer, más que avisar al cliente de que el estado del texto no es de la calidad esperada y nos va a llevar muchos problemas. De esta forma, si hubiese alguna traducción equivocada o demasiado alejada del original sin traducir, al menos hemos avisado. Si el cliente es directo y el texto que os han pasado es el original que ellos mismos han creado, este aviso podría llevarles a que alguien en el desarrollador se dedique a repasar el texto y cambiar todo eso que no es correcto, de forma que les ayudaría a mejorar el juego en sí (vamos, a hacer un control de calidad como dios manda).
2. Preguntar, preguntar, preguntar.
Si no se pregunta, no se sabe, y es de sabios enseñar al que no sabe. Así que, siempre que haya algo que no entendáis, bien por desconocimiento vuestro de la cultura o jerga, bien porque el creador del texto haya decidido inventarse términos para que suene más cool, o bien porque, simplemente, el texto que os han dado es la traducción de otro texto original y no ha pasado por ningún corrector, lo mejor que hay que hacer es preguntar al cliente. Muchos desarrolladores están ya acostumbrados al documento de «queries» con las preguntas de los localizadores.
Pero ojo, también hay que saber preguntar. Los desarrolladores van siempre con prisas. Siempre. Aunque no es culpa de los localizadores que algo no esté lo suficientemente claro o que sea imposible traducir sin perder el juego de palabras, por nuestro bien, es mejor ponérselo lo más fácil posible al desarrollador (o al que reciba esas preguntas). Si simplemente les hacemos la pregunta típica de «¿qué es esto?», nos arriesgamos a que no entiendan por qué se lo preguntamos, o qué es lo que no entendemos exactamente, y nos respondan cualquier cosa. Por ejemplo, muchas veces me ha ocurrido que me he encontrado con una opción de un menú de juego que no sabía para qué era, y preguntaba: «What is this for?» y, en vez de explicarme qué hacía esa opción si el jugador la seleccionaba, me contestaron, simplemente, que eso era una opción del menú... Ya, eso ya lo sabía, señores. Muchas thankius... *insertar cara de circunstancia* Cuando esto ocurría, tenía que volver a preguntarles (por suerte, casi siempre es una de esas preguntas que todos los localizadores tenemos). Por supuesto, si les damos varias opciones, también nos arriesgamos a que nos contesten con un simple «Yes» o «No», y piensas que es mejor levantarte y darte cabezazos contra la pared. Pero dar opciones será siempre mejor que dejar que el desarrollador adivine dónde está el problema, ya que ayudará a que el cliente entienda nuestra duda.
3. Pedir el texto en el idioma original del que nuestro texto fuente se había traducido
Pongamos que el texto original se escribió, por ejemplo, en francés y el desarrollador o la agencia lo ha traducido primero al inglés y, después, se lo ha enviado a los diferentes traductores para que lo traduzcan a sus respectivas lenguas. Si el texto que nos dan como texto fuente no es de calidad y nos plantea problemas, es mejor asegurarse de que lo estamos haciendo bien teniendo el primer original como referencia. Vale, puede que no sepamos francés (como es mi caso), pero la proximidad del francés con el español nos puede ayudar muchas veces a adivinar lo que dice el texto, o incluso cosas tan sencillas como diferenciar un infinitivo (insérer) de un imperativo (insérez) de un participio (inséré). Por ejemplo, en una localización que hice para un videojuego de «vida sana», cuando explicaba los grupos de alimentos comentaba que los carbohidratos se podrían conseguir de «bread, noodles and rice» (pan, fideos y arroz). Al principio me pareció raro que hablase solo de noodles (fideos), pero pensé que, a lo mejor, en algún punto del juego recomendaba tomar solo ese tipo de pasta. Pero seguí traduciendo y seguía apareciendo noodles, rice and bread como alimentos básicos. Entonces, se me encendió la bombilla. El videojuego se había hecho originalmente en alemán y, en este idioma, Nudeln es el término que designa cualquier tipo de pasta, no solo los fideos. Así pues, se lo comenté al cliente y le expliqué que creía que había un fallo en el inglés que era bastante importante, y me dijeron que sí, que cuando en el juego alemán decían «Nudeln» no se referían solo a fideos, sino a toda la pasta en general (también me agradecieron que me hubiese dado cuenta y me dijeron que lo cambiarían). Pero allí no acabó la cosa. Llegó un momento en el que había partes por traducir con unas estructuras sintácticas de lo más variopinta y con muy poco sentido, por no hablar de que todos y cada unos de los sustantivos estaban en mayúsculas. Lo que más me llamó la atención fue que, en algunas ocasiones, el verbo estaba al final de la frase. Para cualquiera que sepa alemán (aunque sea un poquitín), se trata de una alarma llamativa de que el texto se ha traducido literalmente del alemán. Fue entonces cuando decidí pedir al cliente que, si no les importaba, me pasasen el original en alemán. Sí, mi nivel de alemán no me permite traducir directamente, pero con un buen diccionario y algo de imaginación era suficiente como para saber hacia qué lado se inclinaba la balanza. Y si no, siempre podéis hablar con Mr G Translator: a veces nos puede ayudar a tener ese «extra» de imaginación.
4. Pedir, si puede ser, el contacto del corrector o de los localizadores de otros idiomas.
Muchas veces podemos atascarnos con algún texto, ya no por nuestra incapacidad para traducir, sino porque vemos las cosas desde un solo punto de vista. Al igual que cuatro ojos ven mejor que dos, dos mentes traductoras pensantes trabajan mejor que una sola. Con uno de los clientes con los que trabajo, utilizo una herramienta online que me permite también ver las traducciones de los otros traductores (y ellos también ven las mías), aunque también esto suponga, a veces, un problema. Sin embargo, gracias a esta visibilidad, los traductores podemos ver qué han pensado el resto si tenemos alguna duda. Por ejemplo, con términos ingleses como «game», el francés, italiano y español deberían de coincidir en la traducción: jeu/gioco/juego o partie/partita/partida. Sé que no es fácil que una agencia te dé las traducciones de otros idiomas, pero tal vez sí que lo hagan al final, si no son demasiado grandes y si no tienen demasiada prisa. Si no, siempre podéis preguntar directamente que os digan qué han hecho los otros traductores (esto también lo he hecho y, casi siempre, te ayudan).
También es conveniente tener contacto con el que nos va a corregir, no solo para ponernos de acuerdo con la traducción de ciertos términos, sino para preguntar cualquier duda que se tenga con el texto original. Por supuesto, el contacto también puede ser recíproco: cuando el corrector haya acabado de corregir, nos puede enviar la corrección para así nosotros poder aprender de nuestros errores.
5. Preguntar a un nativo
Si habéis probado lo de enviar las preguntas y el cliente tarda en responder, o resulta que no hay ningún corrector (que también puede pasar), podéis probar de preguntar las dudas que tenéis a un nativo. Eso sí, sin pasarse, o se pueden hartar. ;) Como muchos sabéis, mi pareja es inglesa. A él acudo siempre que tengo alguna duda con el original inglés si creo que el término o frase en cuestión podría ser jerga o una expresión que no tiene traducción literal. La mayoría de las veces, me ayuda. Otras, ni siquiera él entiende el significado (pobrecito, tampoco es su culpa), pero sí que me ayuda muchas veces a ver el texto desde el punto de vista de un nativo, y no del de un traductor. Y creo que eso es muy importante cuando traducimos, porque tenemos que entender la cultura original, no solo el texto en sí.
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Seguro que muchos usáis algunos (o todos) estos trucos, y seguro que también me dejo muchos otros, pero creo que con estos cinco (más la hoja de preguntas y respuestas) tenéis un gran porcentaje de acertar. ¿Alguno de vosotros tiene algún truco que quiera compartir? Somos todos ojos.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Happy Birthday!
En este tiempo, además de conocer a una lista imposible de recordar de gente increíble (y alguno no tanto, claro... No se pueden hacer amigos sin tener enemigos) y descubrir que hay vida más allá del espacio que ocupa mi «oficina» (que no es más que una mesa y un portátil, de momento), he aprendido mucho y he descubierto que no hace falta tener tres maestrías, dos doctorados y un año de Erasmus para poder hacer una presentación delante de cien personas y que, además de parecer que les entretiene, se ríen, no me tiran tomates y, lo mejor de todo: descubren cosas. Y esa sensación de ver que le abro la mente a muchos es lo que me lleva a haberme tirado cuesta abajo y sin frenos a escribir, publicar noticias, redactar artículos, ir a congresos, dar charlas y todo aquello que se precie.

Echo la vista atrás, al 2004, cuando, ¡oh, pobre de mí!, llegué de mi isla paradisíaca a esta ciudad, una tarde fría de otoño (yo, helada y con ropa de verano), con no más que una maleta y mi edredón (por si acaso) colgando de las manos y mucha ilusión (eso sí), y pienso: si hubiese descubierto Twitter por entonces y hubiese tenido internet en casa, ¿dónde estaría ahora? Bueno, seguramente, donde estoy, pero con más años en el archivo del blog y, espero, con todos vosotros.
Aunque solo he escrito 26 entradas, incluida esta (culpo la falta de tiempo de eso), espero superar ese número (con creces) durante este año. Sin embargo, como este blog no sería nada sin vosotros, aunque sí que es verdad que a mí me sirve como terapia (dejé mi diario de lado y, desde entonces, ahorro bastante en papel y boli), quiero recordaros que podéis sugerir temas de los que queráis que hable, cualquier cosa que os llame la atención del mundo de la localización de los videojuegos, cualquier historieta del abuelo cebolleta que queráis que os cuente de la vida de un tester o, simplemente, truquillos para sobrevivir en este mundillo, ya sabéis dónde encontrar mi correo electrónico o dónde se encuentra el espacio de comentarios.
*scroll down*
Muchas gracias por todo, y que cumplamos muchos más.
lunes, 24 de octubre de 2011
Versatile blogger award (o Premio a la «bloguera» versátil)

Estas son las reglas oficiales del premio:
1. Agradécele al que te ha premiado y añade un enlace a su perfil o bitácora en tu entrada. (Hecho)
2. Comparte siete cosas sobre ti.
3. Pásale el premio a 15 bitácoras que hayas descubierto recientemente y que disfrutes leyendo.
4. Contacta a los bitacoreros que hayas escogido para que sepan que les has dado el premio.
Siete cosas que puede que no sepas sobre mí:
1) Nací en Mallorca (España), y como isleña que soy, me encanta el mar y el sol. ¡Ojalá fuese primavera y verano todo el año!
2) Me encanta cocinar, sobre todo para otros.
3) Siempre he estado muy relacionada con la música. Hice piano durante 8 años y canté en un coro durante unos 12 años. Me habría encantado ser una cantante famosa, pero tampoco es que tenga una voz impresionante. ¡En serio! Simplemente la he educado y puedo afinar, pero en absoluto soy como Aretha Franklin (¡qué más quisiera yo!).
4) Cuando era pequeña quería ser pianista, de esas que hacen conciertos. Después, pintora; después, veterinaria, pediatra, cantante y actriz (bueno, esto es algo que siempre he querido ser… ¡Incluso ahora!); también quise ser periodista, arqueóloga, profesora… Imagino que siempre me han interesado muchas cosas, así que, me costaba tomar una decisión…
5) Me encanta la fotografía. De hecho, ahora mismo, si no fuese traductora, me encantaría ser fotógrafa. Para mí, es una forma de capturar la belleza, expresar cómo veo el mundo y compartir con todos una parte de mí que está bien escondida. Si te apetece ver lo que puedo hacer, también tengo una página con fotos.
6) Me encantan los animales y soy una ferviente recicladora. A lo largo de mi vida he tenido tortugas (4), pájaros (2), un pato, hámsters (he perdido la cuenta, puesto que una de las hembras no paraba de tener crías) y gatos (acogía en casa a los gatos callejeros, a pesar de que mi madre no me dejaba). Pero nunca he tenido un perro (así que, ya sabes lo que regalarme por mi cumpleaños J).
7) Durante muchos años me escribía por carta con amigos de varias partes del mundo, además de España, incluida una chica japonesa (se llamaba Megumi Yamada) y una chica cubana. Aún guardo muchas de esas cartas. Ah, y una de estas amigas por correspondencia es fan de este blog (¡hola, Natalia!).
Mis 15 blogs sobre traducción preferidos y que he descubierto (relativamente) hace poco (y a cuyos dueños les paso el premio al «Bitacorer@ versátil»):
- “Tradúceme despacio que tengo prisa” (en español. Además de que la bloguera es una buena amiga mía, es una excelente correctora. Escribe sobre todo aquello que los traductores deberían saber para que sus vidas sean más fáciles, además de dar consejos sobre correcciones).
- “El Carpintero Traductor” (en español. Una bitácora increíble de un traductor de literatura turca, que también es profesor en la Universidad de Estambul).
- “La prueba de lo ajeno” (en español. Una joven bitacorera, además de la traductora del sitio web (y demás) de un importante microblog, con tanto conocimiento acumulado que ya nos gustaría a muchos ser como ella).
- “Perdido en San Borondón” (en español. Un recién llegado a la profesión de la traducción, con una impresionante destreza al escribir y con quien debo tener cuidado, pues seguro que me «robará» a los clientes muy pronto.)
- “PlayOver” (en español. Una bitácora sobre videojuegos).
- “Aventuras de una traductora-intéprete en Madrid” (en español. Me encanta esta bitácora porque es una forma de conocer la vida del intérprete sin moverme de mi casa).
- “The booth inhabitant” (en español. Una bitácora de un estudiante de master en interpretación de conferencias en París, que muy pronto conseguirá su sueño).
- “Johanna Angulo” (en español. Una bloguera chilena que escribe sobre localización y traducción, y da unos consejos estupendos a todos los traductores.)
- “Ara Va de Jocs” (en catalán. Una estupenda bitácora sobre videojuegos, con reseñas y repasos a los últimos juegos, con alguna inclusión al pasado).
- “In other words” (en inglés. Es la bitácora de la que me hizo el honor de darme este premio. La descubrí hace poco, y me encantó su bitácora).
- “GLOC” (en inglés. Una bitácora utilísima sobre localización de videojuegos, con estupendos consejos para nosotros, localizadores, sino también para los desarrolladores de videojuegos, consejos que deberían tener en cuenta a la hora de crear sus productos).
- “Mox’s Blog” (en inglés. Humor sobre traductores, la industria de la traducción, tarifas… ¡Todo!).
- “Naked Translations” (en inglés y francés. Aquí podrás encontrar todo tipo de entradas sobre lenguas, el inglés y el francés, traducción, consejos para estudiantes, etc.).
- “Media Loc’s Translation and games Localization blog” (en inglés. Publicaciones sobre localización de videojuegos).
- “The Liaison Interpreter” (en inglés. Un blog sobre la interpretación desde el punto de vista de un extranjero viviendo en Japón).
¡Ahora os toca pasar el premio!
Nota: me he dejado muchas bitácoras en el tintero, que me habría encantado incluir, pero quería mencionar bitácoras tanto en inglés como en español (y esa en catalán), además de centrarme en bitácoras relacionadas con esta (localización de videojuegos), así que he tenido que dejar fuera a muchas otras bitácoras que me encanta seguir, así que, ¡no os olvidéis de echar un vistazo a la lista de blogs que sigo y mirar el resto!
martes, 4 de octubre de 2011
Un verano movidito
A pesar de que la época veraniega de localización de videojuegos se retrasó más de lo habitual, cuando llegó, llegó como una gripe que ha estado esperando un año entero para atacarte: todo junto, y pillándome en la retaguardia y desentrenada. Pero, como cada año, sobreviví y, ahora que (supuestamente) ha regresado la calma, tengo ganas de más. Eso sí, eh, tú, querido Destino, si estás escuchando, no pasa nada si esperas un poquito para actuar, ¿vale? J
Pues esta entrada, un poco fuera de lo habitual, es mi forma de contaros por qué he dejado el blog tan abandonado. Una forma de compartir con vosotros las cosas buenas que este verano me ha dado.
Primero, el congreso Media4All fue increíble, muy fructífero (como ya expliqué aquí, aquí y aquí) y, a pesar de acabar hecha polvo con tanta información absorbida cuando acabó, no me hubiese importado que hubiese durado más o que se celebrase una vez al mes.
Mientras tanto, había aceptado dos proyectos de localización de videojuegos bastante grandes que me ayudarían a no tener ni un minuto libre durante el mes siguiente. Uno de ellos es un MMORPG para PC de los que tienen telita (cuyo nombre no puedo desvelar, de momento), pero que me ayudó a ejercitar aún más mi imaginación, mi capacidad de búsqueda y, sobre todo, mi creatividad contando batallitas medievales. El otro (cuyo nombre tampoco puedo revelar hasta que no salga a la venta) era para tres plataformas y fue igualmente duro, pero más por el hecho de que la información y los textos me los dieron con cuenta gotas, como si me los hubiesen inyectado intravenosa con una bolsa de suero tras una operación por salvar una vida. Como ocurre en esta industria tan emocionante, todavía sigo haciendo actualizaciones de ambos, lo que incrementa las ganas que tengo de que se acaben y se pongan ya a la venta.
Muchos ya sabéis que a mediados de julio tenía que mudarme de piso y, seguramente, también sabéis los problemas que tuve con la mudanza (los que tenían que hacer la mudanza no se presentaron y me tiré un fin de semana entero sentada y durmiendo en el suelo hasta que al lunes siguiente conseguí que alguien viniese a hacer el traslado). A esto se le sumaron los problemas con internet: algo que parecía que tendría instalado y funcionando en dos semanas, acabó convirtiéndose en un mes de espera.
Para darle más emoción al asunto, justo en la semana antes del traslado (cuando alternaba los dos proyectos de traducción con la recuperación del Media4All y el desparpajo de destreza en Tetris que tenía que llevar a cabo para poder guardar mis pertenencias en cajas para que aguantasen la mudanza), recibí un correo de una importante revista de traducción, la revista Multilingual, en el que me ofrecían la posibilidad de publicar un artículo sobre Localización de videojuegos. Por supuesto, una oportunidad así solo llega una vez en la vida, y no podía rechazarla, así que, les anuncié que estaría encantada de colaborar con ellos y me dispuse a enviarles algo que tenía por ahí preparado.
Pero como un verano no sería verano sin vacaciones en la playa, decidí que ya no aguantaba más el mal tiempo de Londres y que me merecía unas vacaciones en mi amada Mallorca. Y para allí que me fui. Por supuesto, en cuanto el Sr. Murphy se enteró de mis planes, decidió que sería aún más divertido si, justo antes de mi marcha el 9 de agosto, creaba un conflicto impresionante en mi ciudad de residencia y, además, ocupaba mis vacaciones con otros tantos proyectos de traducción a los que no podía rechazar por motivos varios. Y ahí me tenéis, haciendo multitarea y olvidándome del significado de la palabra «aburrimiento».
Además, también conseguí contactar con una empresa de videojuegos muy importante, que aceptó hacerme pruebas de traducción y considerarme como colaboradora... Aunque estoy esperando aún el veredicto final. Sin embargo, otra importante empresa de videojuegos (a los que había enviado el currículo hace como medio año... ¡O más!) sí que decidió darme la oportunidad para trabajar en un pequeño proyecto como prueba, aunque, como era de esperar, no ha sido del todo fácil debido a la cantidad de reglas a seguir y a que ni siquiera consigo que el programa que quieren que utilice se instale en mi ordenador (por eso de que es 64 bits, en vez de 32...). Aún sigo investigando. Cuando descubra cómo arreglar el problema, os aviso.
Pero como ya conocemos a nuestro gran amigo Murphy, todo esto ocurriendo al mismo tiempo no era suficiente, así que, le añadió más emoción a mi vida tentándome primero con la idea de que podía enviar un artículo a la creación de un libro sobre Localización y Accesibilidad en los Mundos Virtuales, algo que había intentado pero había tenido que abandonar por falta de tiempo y por no conseguir crear el texto exactamente como mandaba el protocolo. Sin embargo, un golpe de suerte hizo que ampliasen el plazo y aceptasen textos menos «académicos», de forma que mi artículo ya tenía cabida... Lo único que necesitaba era encontrar tiempo para ponerme a ello.
Además, la tentación también tenía forma de participación en la creación de una nueva revista por y para profesionales del mundo de la traducción y la interpretación: La revista Traditori. Los que me conocéis, bien sabéis que me encanta estar en todos los tinglados, así que, sí, lo habéis acertado: no pude decir que no y me subí al tren con la esperanza de poder aportar algo bueno. La verdad es que ha sido emocionante formar parte de este proyecto, ya no por lo que supone ver tu nombre en la lista del equipo editorial (algo que tengo unas ganas tremendas de ver), sino por el proceso entero, desde la primera idea, hasta el ir buscando a gente, el pensar sobre qué podríamos hablar, recopilar la información, crear los artículos, corregirlos (algo que he hecho con mucho gusto)... Es como un pequeño bebé que comparto con un grupo fantástico de gente, muchos de ellos conocidos por todos. Podéis ver la lista completa aquí. Manteneos a la escucha porque, en cuantito esté publicada, lo gritaré a los cuatro vientos para que podáis echar un ojo al trabajo que hemos preparado.
Por último, cuando la presión de la actividad veraniega comenzaba a relajarse, un antiguo compañero de trabajo me contactó para ver si estaba interesada en colaborar con ellos en un proyecto para crear un videojuego didáctico (ya me lo decía mi novio: en la industria de los videojuegos no es lo que conoces, sino a quién conoces). Me pareció un proyecto tan interesante, que no pude decir que no. Además, como buena hormiga que soy, el invierno acecha y parece que será muy frío, ya que el otoño no parece darnos demasiados frutos, así que, acepté el desafío y allí llevo una semana, desbaratándoles el juego y, como siempre, intentando conseguir un producto de la mejor calidad posible. Ya veremos cómo acaba todo.
Y así estoy, queridos amigos y amigas. Como veis, la vida de un traductor autónomo no es, para nada, aburrida y, no sé la de mis compañeros, pero la mía está llenísima de sorpresas que me descolocan por momentos. Sin embargo, ya veis que no le hago ascos a nada y disfruto arropando las sorpresas que la vida se empeña en darme. Y es que, si no, sería todo muy aburrido, ¿no?
viernes, 16 de septiembre de 2011
Os propongo una cosa... Pero que nadie haga novillos, ¿eh?

Y podría seguir añadiendo más, pero creo que es mejor y más divertido que vosotros me expliquéis cómo lo decís en vuestra región, ciudad o pueblo, o en vuestro país, si sois delotro lado del «charco» (Atlántico). Yo me iré pasando y actualizando la lista para ir teniendo una idea de las opciones que se han dado. De momento, tengo estos:
Fugarse de clase (Canarias, Murcia)
Petarse clase (Cataluña)
Jugarse una clase (Cataluña)
Pelarse una clase (Cataluña, Valencia)
Hacerla rata (Argentina, Uruguay)
Fumarse la clase (Madrid)
Hacerse (una) piarda / Piardear (Málaga)
Hacer (la) rabona (Granada, Córdoba (España), Argentina, Uruguay)
Hacer robonas (La Línea de la Concepción)
Hacer pira (Vizcaya)
Pirarse la clase (Asturias, León)
Hacer borota (Pamplona)
Hacer pirola (Zaragoza, Vitoria)
Corrérsela clase (Cantabria)
Latar clase (Vigo, Lugo, A Coruña)
Colgar clase (Vigo)
Copar clase (Vigo)
Palmar a clase (Ferrol)
Picarse una clase (Huesca)
Salar (Castellón)
Hacer la rata (Córdoba)
Hacer calva (Cantabria)
Hacer monta (Badajoz)
Hacer fugina (Valencia)
Saltarse una clase (Cádiz, Mallorca, Valencia)
Hacer toros (Soria)
Tirarse la pera (Perú)
Hacerse la rata / Ratearse (Argentina)
¡A ver cuántas conseguimos!