sábado, 12 de marzo de 2011

Control de Calidad, Localización y Experiencia: la Combinación Perfecta para la Mejor Localización (y V)

Como ya expliqué en mi anterior entrada, lo que a todos nos parece que es el trabajo ideal para los amantes de los videojuegos, no es tan bonito como nos puedan hacer creer algunos. Además, para poder llegar a ser un buen experto en control de calidad, se necesita mucho más que simples habilidades «videojueguiles» o conocerse de pe a pa la lista de los juegos más vendidos de la historia.
Pero nos siguen surgiendo dudas en esto de «la localización de calidad», sobre todo en cuanto a qué profesionales escoger, cómo deberían trabajar o si es mejor contratarlos de forma interna o dejarles que trabajen en casa. Eso es lo que pasaré a explicar.
4.- Interno vs Externo
Muchas compañías podrían pensar que tener un equipo de traductores internos es demasiado caro, ya que la compañía tiene que pagar todos esos gastos adicionales que no tendría si fuesen externos. Sin embargo, no tiene por qué ser así.
Las traducciones pueden hacerse de forma externa bien por traductores independientes o por agencias. Es verdad que la opción cómoda sería subcontratarlas a agencias, ya que solo necesitas enviar el texto, sin preocuparte del volumen, y se pueden preocupar de un gran volumen de traducciones en un período corto de tiempo. Sin embargo, es aquí donde puede perjudicarse la calidad del producto final. No diré que es el caso de todas las agencias pero, en general, guando una agencia puede llevar a cabo grandes volúmenes de palabras es porque el texto no lo traduce completamente la misma persona, sino varias, y es ahí donde puede haber contradicciones, falta de coherencia y errores. Claro que, si la traducción la corrige una misma persona, muchos de los problemas pueden solucionarse. Sin embargo, ¿no creéis que sería mucho más seguro si solo hubiese un traductor y un corrector?
Además de todo esto, hay que tener en cuenta la diferencia entre trabajar con varios intermediarios o trabajar directamente con el traductor y el corrector. La principal diferencia es que, con tanta gente de por medio (por razones obvias), no todo lo que se paga a la agencia acabará en manos del traductor (muchas veces, ni siquiera una cuarta parte), con lo cual, se corre el riesgo de que el encargado de tu traducción y/o corrección tenga que trabajar bajo presión, muchas horas y sin apenas recibir dinero a cambio, lo que, a la larga, podría frustrar al traductor o hacerle sentirse «poco apreciado», y esto podría repercutir en la labor final. No hace falta echarse las manos a la cabeza aún, ya que esto tiene más lógica de la que parece. Cualquier trabajador que tenga que trabajar horas extra para poder llegar a fin de mes, trabajará más de la cuenta y, por lo tanto, estará más cansado. De esta forma, el rendimiento se verá reducido y los errores pueden ser mayores. Si a esta persona se le sube el sueldo y, por ello, puede dejar de trabajar horas extra, estará más descansado, más concentrado y, en definitiva, más feliz. Incluso si sigue trabajando esas horas extra, pero el sueldo «extra» es muy bueno, cuando acabe el proyecto, podrá pagarse unas vacaciones para relajarse (y premiarse) por todo el trabajo realizado.
Pero volvamos con nuestros traductores y correctores y con nuestra calidad. ¿Qué tal si pudiésemos tener al traductor justo al lado del programador? Si tenemos estos traductores trabajando en la propia empresa podría ser la forma más rápida de conseguir la traducción más rápida y de mayor calidad. Podría parecer que es más caro, pero si piensas en todo el control que un desarrollador o distribuidor puede tener sobre las traducciones, al final, acaba siendo más barato que enviar las traducciones a una agencia (que acaba siendo la opción con más intermediarios y que puede suponer también mucho dinero en gastos administrativos). Otra alternativa igualmente buena, sobre todo si la empresa no tiene sitio en la oficina para uno o dos traductores por idioma, podría ser enviar estas traducciones a traductores y correctores independientes.
De esta forma, la empresa de software puede trabajar directamente con los traductores, resolver cualquier duda que estos tengan, escuchar sus sugerencias, etc., y todo esto, sin que haya gente de por medio. Es una forma muy cómoda: siempre se puede enviar una copia protegida del juego, o una muestra del mismo, o incluso enviar capturas de pantallas de forma instantánea usando programas de mensajería instantánea (skype, msn) o, incluso, usando algo como DropBox. Por supuesto, todo esto podría mejorarse aún más si se le ofrece la oportunidad al traductor de trabajar en la oficina, donde el juego se está creando y donde puede hablar con los programadores, diseñadores y el resto del equipo, y expresar cualquier cosa que necesite sin tener que menear correos electrónicos de un lado a otro.
¿Y qué hacemos con las pruebas de control de calidad? Con esto puede hacerse algo muy parecido. Si bien es cierto que hay muchas empresas que ofrecen servicios de testeo, y hasta servicios de traducción, para saber si realmente estás usando bien tu dinero, hay que saber cómo funcionan por dentro. [Peligro: si trabajas en una de ellas, no leas, o puede que hiera tus sentimientos ;)] Mientras trabajaba como jefe de proyectos de control de calidad de localización (o, en su versión corta, Lead tester), tuve que trabajar con dos de las compañías de testeo más importantes del Reino Unido y, creedme, fue duro. Podría contar montones de historias y anécdotas que tuve con ellas, pero prefiero limitarme a explicaros los hechos, y ya sacaréis conclusiones.
Las compañías con las que trabajé mientras estaba en Eidos, trabajan en turnos, de forma que, muchas veces, la tarea que ha empezado un probador, la finalizará otro. Hay casos en los que las instrucciones dadas en un momento determinado se dan únicamente al probador que esta testeando en ese turno, con lo cual, si es algo importante que hay que cumplir, o alguna parte del juego que hay que evitar, puede que el probador del turno de después no se entere, de forma que pierda el tiempo testeando algo que no debería, o testeando algo sin seguir las instrucciones del cliente. Otro de los problemas con los que me encontré en otro proyecto donde los que hacían el control de calidad de funcionalidad se encontraban en Canadá fueron las diferencias horarias (y ya no solo con compañías en diferentes husos horarios sino también, una en el mismo país pero que trabaje durante un turno diferente al tuyo), de manera que, si había algún problema durante el proceso de testeo, no te enteras de nada hasta que llegabas al trabajo al día siguiente.
Por supuesto, lo bueno de estas empresas es que pueden trabajar durante más tiempo (según qué compañías, hasta 24 horas al día). Sin embargo, ¿no creéis que sería mejor que tu juego lo mirase siempre la misma persona o personas, con el mismo horario que tú y que siempre tenga la última información que le encargue el jefe de proyectos? ¿Y qué me decís de tenerlo cerca, para poder consultar cualquier duda? O incluso poder tener contacto rápidamente por medio de videoconferencia, o que pueda acudir al cliente (desarrollador/distribuidor) de vez en cuando. Yo creo que sí es mejor.
Por otro lado, teniendo en cuenta de que, en algunos casos, hay compañías que no llevan a cabo el control de calidad de los productos localizados, sí que deberíamos asegurarnos de que la localización de los productos sea de la mejor calidad y, sobre todo, esté realizada por gente experta en la materia, que conoce bien cómo son los videojuegos por dentro… Más que nada, para evitar sorpresas. Aún así, sigo recomendando a todas las empresas de videojuegos que se gasten un poco de dinero en el testeo… Porque su juego lo vale :)

5.- El traductor y el tester, ¿deberían ser la misma persona?
Con toda la información que he ido dando en estas cinco entradas, seguro que ya podéis iros contestando a esta pregunta, aunque cabe decir que no hay una única respuesta «válida» (el osito de peluche de la feria habrá que repartirlo). Eso sí, la última decisión dependerá siempre de las circunstancias de la compañía, de sus decisiones de marketing o, incluso, si tienen alguna limitación legal.
La mayoría de los distribuidores grandes tienen su propio equipo de control de calidad interno (aunque con la crisis, muchos han preferido prescindir de ellos). Los desarrolladores también tienen uno. La decisión sobre si contratar los servicios de traducción a traductores independientes o a una agencia recae en el desarrollador o distribuidor. Si se decide optar por la agencia y el equipo de control de calidad interno es bueno, la localización del producto será seguramente buena, pero no sin un gran esfuerzo por parte de los pobres probadores. Sin embargo, si la empresa decide prescindir del testeo y decide optar por enviar la traducción a una agencia, donde puede haber 4-5 traductores y 2-3 correctores (que, tal vez, no tengan experiencia en videojuegos)… Bueno, eso ya es otro tema.
Teniendo en cuenta la experiencia que he tenido trabajando como probadora de videojuegos, trabajando también para algunas de las agencias de traducción que nos hacían las traducciones a nosotros, y trabajando como localizadora independiente, experta en videojuegos, creo que la mejor opción para conseguir la mejor localización es que el traductor esté también involucrado dentro del proceso de testeo, bien sea de forma interna (con testers que tengan experiencia traduciendo o que tengan una carrera en traducción) o de forma externa, por traductores independientes con experiencia en control de calidad. En este último caso, también se podría pedir al traductor que acudiese a las oficinas una temporada para llevar a cabo el testeo, aunque también podría alternarse que trabaje desde casa y que, de vez en cuando, vaya a la empresa a ultimar algunas cosas, preguntar o, simplemente, participar de forma activa en el diseño del producto.
De esta forma, el creador del videojuego puede asegurarse en todo momento que su producto está en las mejores manos y conseguir la mejor calidad en el producto localizado. Además, a largo plazo, también será la que supondrá un gasto menor a la empresa. Ya sabéis, lo barato acaba siendo caro.